Aunque el suero y la caseína son proteínas lácteas elaboradas a partir de la leche de vaca, tienen propiedades muy diferentes. El suero se digiere rápidamente en comparación con la lenta tasa de digestión de la caseína, que puede proporcionar aminoácidos a los músculos en recuperación durante horas.

Esto hace que la caseína sea ideal para entre comidas y justo antes de acostarse, cuando el apoyo nutricional no estará disponible durante algún tiempo.

En comparación con el suero en polvo, la caseína se mezcla en un batido mucho más rico y espeso. Es por eso que sugerimos usar de 10 a 12 onzas de líquido en comparación con las 6 a 8 onzas que se usan típicamente para mezclar una cucharada de suero.

El uso de un vaso mezclador producirá una consistencia suave, o mezcle caseína en una licuadora eléctrica para usarla como ingrediente proteico en batidos a base de frutas y verduras. 

El grosor de la caseína también le brinda una oportunidad única de disfrutarlo como un pudín de proteínas.

Mezcle una cucharada en un recipiente usando la mitad de la cantidad recomendada de agua o leche (5 a 6 onzas), colóquela en el congelador durante unos 10 minutos y use una cuchara para comer el resultado final como un helado.