¿Quieres «QUEMAR GRASA? Comienza con algo simple: CAMINAR

Cuando empezamos en esto de ponernos en forma y comer bien hay cosas que suelen aparecer bastante pronto en las conversaciones con entrenadores u otras personas que nos aconsejan inicialmente:

  • «¿Qué ejercicio debo hacer?»
  • «¿Cuáles son los mejores movimientos para tener abdominales o el culo duro?»
  • «¿Hago media hora o cuarenta minutos de cardio?»
  • «¿Entre ocho y diez repeticiones para definir no?»
  • «¿El truco está en descansar poco entre series verdad?»

Al igual que pasa con la comida, existe el mismo nivel de confusión y de información contradictoria con el ejercicio.

Todo cuenta y poco a poco observarás que ser más activo no es más que una sucesión de decisiones que tomarás a diario; el principal objetivo será que esas decisiones se conviertan en hábitos para que no tengas ni que pensarlo.

Realmente necesitas mucho menos de lo que crees para «estar en forma»

¿Por qué caminar?

  • Caminar durante el día nos puede proporcionar todas las ventajas del «cardio» tradicional (correr, remar, nadar, etc…) sin todos los inconvenientes que éstos ejercicios tienen: desgaste y dolor de articulaciones debido a un uso repetitivo de las mismas así como un impacto hormonal negativo (pasarnos con el cardio puede generar una respuesta crónica de estrés en el cuerpo si no sabemos lo que hacemos con la nutrición y otros factores, por ejemplo).
  • Es conveniente. Puedes hacerlo en cualquier momento y lugar, además de poderlo  incluir dentro de cualquier parte de tu día (incluso en varias veces), no se trata de ninguna «sesión de entrenamiento» que tengas que planear previamente. No se necesita equipamiento ni gimnasio.
  • Es entretenido y estimulante. Salir a andar hace que tengamos una variedad de estímulos inconscientemente –edificios, árboles, restaurantes, personas, etc… Todo esto hace que, casi sin darnos cuenta, nuestra mente vuele libre, nos relaja y nos hace más creativos. La gran mayoría de ideas geniales que se conocen surgieron de caminatas por parte de sus creadores.
  • Es una gran herramienta para manejar el estrés. Con todo lo que tenemos en nuestras vidas a diario entre el trabajo y la «super-conectividad» en la que vivimos, andar es una gran manera de desconectar. Si tu trabajo o cualquier otro aspecto de tu vida te genera estrés, salir a caminar un rato te ayudará a vaciar esa cabezota. Es súper útil.
  • Puedes hacer varias cosas mientras caminas. De la misma manera que lo puedes utilizar para relajarte, caminar también puede ser una herramienta para ser más productivo. Puedes andar junto a un amigo o familiar para poneros al día. Puedes tener una reunión de trabajo un poco menos formal y aprovechar esos beneficios de creatividad que hemos mencionado antes (además de sorprender a potenciales clientes/socios/colaboradores). Yo suelo tener entrevistas y conversaciones mientras camino, me he dado cuenta de que me ayuda a gesticular de manera más realista que estando sentado y me encuentro más activo por el simple hecho de estar moviéndome. Hablar por teléfono es otra manera de aprovechar el tiempo mientras caminas. ¡No te limites!

En resumen, si estás empezando en esto del fitness o simplemente quieres añadir algo más de actividad a tu día, haz de andar la mayoría de esta nueva actividad. No pienses en el gimnasio hasta que hayas creado el hábito de andar si nunca lo has hecho antes.

Saca un par de ratos de 20-30 minutos para ello, intenta dar unos 10.000 pasos mínimo al día pero no te obsesiones con ello. Vé poco a poco. Tu cuerpo y mente te lo agradecerán.

Quemar calorías es secundario y no debe ser jamás la principal razón por la que te mueves.

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