Dieta BASADA en PLANTAS ¿Qué es? ¿Funciona? ¿Es saludable?

¿Qué es una dieta plant-based? La dieta basada en plantas, debemos recalcar que no es lo mismo a una dieta vegana o vegetariana, ésta consiste principalmente en frutas, verduras, nueces, semillas, grasas buenas, cereales integrales y legumbres o leguminosas, pero no prohíbe al cien por ciento las carnes y los lácteos.

Algunos beneficios de una dieta basada en plantas

  • Reduce el nivel de colesterol y triglicéridos en sangre
  • Reduce el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer
  • Protege contra enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer
  • Puede revertir enfermedades como diabetes tipo 2 e hipertensión
  • Ayuda a la pérdida de peso en general
  • Beneficia a la microbiota intestinal
  • Tiene un efecto positivo en el sistema inmune
  • Reduce el sufrimiento de los animales.
  • Reduce la emisión de gases con efecto invernadero.
  • Reduce el uso de agua a nivel mundial.

Las dietas a base de plantas proporcionan todas las proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales necesarios para una excelente salud y aparte son más ricas en fibra y fitonutrientes. En algunos casos donde no se consumen muchos alimentos de origen animal, se puede necesitar agregar un suplemento (específicamente vitamina B12) para asegurarse de que se estén consiguiendo todos los nutrientes necesarios.

Cómo intentar una dieta plant-based

Aquí explicamos algunas de las maneras más sencillas para comenzar con una dieta basada en plantas:

  • Come muchas verduras. Llena la mitad de tu plato con verduras de distintos colores para incluir variedades de nutrientes.
  • Cambia tu forma de pensar sobre la carne. Ten cantidades más pequeñas. Úsalas como guarnición en lugar de como la proteína principal del platillo.
  • Elije grasas buenas como aceite de oliva, aceitunas, nueces y mantequillas de nueces, semillas y aguacates.
  • Cocina una comida vegetariana al menos unos días a la semana. Construye estas comidas alrededor de frijoles, granos integrales y verduras.
  • Incluye cereales integrales para el desayuno. Puede ser avena, quinoa, amaranto, entre otros. Luego agrega algunas nueces o semillas junto con fruta fresca de tu elección
  • ¡Opta por lo verde! Prueba una variedad de verduras de hoja verde como col rizada, acelgas y espinacas todos los días. Cocina al vapor, a la parrilla, estofado o salteado para conservar el sabor y los nutrientes.
  • Construye tus comidas alrededor de una ensalada. Llena tu plato con verduras para como lechuga romana, pepino, betabel y agrega una fuente de proteína vegetal como frijoles, chícharos o tofu.
  • Come fruta de postre. Un melón, una refrescante rebanada de sandía o una manzana satisfarán tu deseo de algo dulce después de la comida.
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