Como elegir decisiones más SALUDABLES

Cada año, cada mes, cada día, propónte cambiar tu estilo de vida y aprender a tomar mejores decisiones sobre alimentación y salud sin sentir la presión de «estar a dieta».

Aquí te dejamos algunos tips prácticos:

  • Haz actividad física aunque sea 30 min al día.
  • Busca que sea algo que te guste; si no te gusta ir al gym, vas a dejar de ir.
  • También procura variarle, para que ejercites diferentes músculos y no te aburras.

Duerme tus 8 horas.

Si batallas para dormir, busca consentirte con un ritual especial. ¿Ideas para este ritual?

  • Prepárate un té
  • Compra aceites esenciales que te gusten
  • Pon sonidos de la naturaleza
  • Prende el humidificador
  • Lee un rato antes de dormir
  • Retira todas las pantallas de tu cuarto
  • Prende una vela que huela rico
  • Suplementa tu dieta con productos que te relajen y ayuden a tu cuerpo como Ashwagandha. 

Sonríe y busca reirte con frecuencia.

Somos una generación que sufre mucha ansiedad y frustración. Encuentra refugio en tus amistades, frecuéntalas en persona, no sólo redes sociales. 

Medita, reza o encuentra un momento de paz al día. También puedes escuchar música o leer sin hacer nada más. Las manualidades o colorear son otras maneras de relajarte y canalizar tu energía en algo que te traiga paz.

 Consume suficiente proteína

Con las prisas, es posible que consumas muchos más carbohidratos y grasas. Busca snacks que te aporten proteína como carne seca, derivados de nueces y semillas, cacahuates o almendras. 

Haz más meatless meals

Come menos productos cárnicos y procura alimentos que aportan proteína vegetal. Intenta hacer este cambio poco a poco. Vas a ver que son deliciosos, más fáciles de digerir, contaminan menos y no te sientes pesada. Ideas para sustituir carnes en tu plato:

  • Lentejas preparadas como caldo
  • Lentejas como relleno de tacos
  • Garbanzos como guiso 
  • Hummus sobre tu ensalada en vez de pollo/carne
  • Frijoles de plato fuerte
  • Frijoles de soya (Edamame) con sal para cenar
  • Crema de cacahuate en vez de desayunar huevo

 Cambia de actitud

«Estar a dieta» es algo del pasado. Aprende a comer y hazlo tu estilo de vida. No vayas a la nutrióloga pensando en llegar a un objetivo con un plan que no vas a poder sostener porque va a ser sufrimiento para ti con resultados demasiado efímeros. Pídele que te dé un plan que a lo mejor no sea tan rápido para bajar de peso pero que sí puedas seguir haciendo para siempre. 

Come de todo y come poquito. 

Deja de buscar productos milagrosos o productos de los que puedes comer mucho volumen para «llenarte». Acostúmbrate a dejar de comer cuando estés satisfecha, no cuando estés llena. 

Agua entre semana

No importa si es un refresco sin azúcar o si son aguas «naturales», déjalas para el fin de semana. Ten buenos hábitos entre semana y el fin de semana puedes tomar lo que quieras. 

Desacostumbra a tu paladar de tanta azúcar

Tenemos una tendencia natural a buscar lo dulce. Si sigues consumiendo productos dulces, aunque sean endulzantes naturales/artificiales, vas a seguir ansiando azúcar, sin contar el daño que le estás ocasionando a tu flora intestinal. Limita el consumo de productos dulces entre semana, para que te ayude a no tener tantos antojos y vas notar la diferencia en tu percepción de sabores.

 Busca snacks sin azúcar

Suficiente azúcar hay en los productos empacados. Cuando tengas hambre de media mañana o media tarde, lee los ingredientes y evita el azúcar en todas sus presentaciones. Ideas:

  • Cacahuates, pistaches, almendras, nuez de la india
  • Fruta
  • Carne seca
  • Tostadas de arroz con crema de cacahuate
  • Cereal
  • Café sin endulzar
  • Mix de semillas (Ojo! Los que traen frutas secos, chocolates o «yogurt» son muy altos en azúcar, busca que sean semillas y nueces nada más)
  • Chips de verduras deshidratadas (no fritas!)

Toma decisiones funcionales

El hambre y la sed se pueden saciar de muchas maneras. Toma las decisiones más inteligentes, con plena conciencia y no dejándote llevar por antojo o arranque. Algunas ideas:

  • Busca alimentos con bajo índice glicémico para que no te dé hambre tan rápido.
  • Cuando sólo quieres comer por ansiedad pero sin hambre, toma agua, café o té.
  • Agrega probióticos a tu dieta, que cuidan tu flora intestinal y la regeneran. Ideas: En cápsulas, yogurt ácido, kefir, kimchi.
  • Consume fibra, grasas buenas o proteína cuando sabes que falta mucho para comer porque te sacia. Las galletas, papitas y dulces sólo te van a dar hambre más pronto.
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