1. NO EXISTE EL “MEJOR EJERCICIO”

“¿Quién puede decir que un ejercicio tiene más valor o es más productivo que otro? Cada uno de los ejercicios que hacemos como fisicoculturistas ha tenido un papel importante en nuestro desarrollo, es imposible decir después de cientos de entrenamientos cuál de ellos nos ha dado un resultado particular”. Si bien podemos argumentar sobre el inmenso valor de, por ejemplo, los movimientos compuestos como el peso muerto, Kai afirma que como fisicoculturistas hacemos mucho más que construir losas de músculos a la deriva.

“Si piensas en tu cuerpo como una obra maestra cada pincelada sobre la lona cuenta”, me dijo. En otras palabras, nunca pienses que un ejercicio no vale la pena, tampoco le des una importancia prominente a alguno en particular.

2. PARTES DEL CUERPO MÁS DÉBILES: ¡NO ACEPTES UNA DERROTA!

Todos tenemos partes del cuerpo más débiles que no responden también como otras. Sería absurdo decir que las limitaciones genéticas de un individuo no son la raíz de estos desequilibrios en el físico. Una persona puede entrenar su pecho como una bestia poseída y tener poco que mostrar, mientras que otro tal vez entrene con la mitad de esfuerzo e intensidad pero posee unos pectorales tres veces más llenos y gruesos. La genética es real.

Al mismo tiempo, es cierto que si no intentas tener éxito en algo, estarás asegurando un fracaso. Ese fue el caso de las pantorrillas de Kai; cuando era adolescente, una chica personal trainer lo llevó a hacer un entrenamiento completo.“Cuando terminamos, le pregunté ¿y qué pasó con las pantorrillas? ¿No las vamos a trabajar? Ella me respondió que no, pues como era afroamericano nunca tendría pantorrillas grandes”. Kai hubiese podido aceptar eso como un hecho e ignorar esa parte de su cuerpo.

Pero por el contrario, lo tomó como desafío personal y se dedicó a entrenar las pantorrillas con mucha pasión. Cuando llegó el momento de ser Pro de la IFBB, las pantorrillas de Kai eran tan buenas que se emparejaron con sus impresionantes cuádriceps e isquiotibiales.“Pensar que una parte del cuerpo es débil y decidir que cualquier esfuerzo que se haga será en vano, es una actitud de derrota que no te llevará a ningún resultado”, Kai dijo.

“Por el contrario, ve ese grupo muscular como un desafío que debes superar. Debes creer que puedes producir resultados positivos”.

3. LAS REGLAS SE HICIERON PARA ROMPERSE

No debe sorprendernos que a Kai no le preocupa cumplir las reglas en relación a los entrenamientos. Ha construido su físico siguiendo sus instintos y haciendo lo que siente que le funciona, incluso si algo difiere totalmente de lo que recomiendan los expertos o lo que hacen los demás Pros. No puedes hacer una hora en la caminadora antes de entrenar las piernas, ¡las vas a cansar y se van a atrofiar!

Kai lo ha hecho. ¿Sus piernas se ven rezagadas? No debes entrenar más de 90 minutos en total. Muchos de los entrenamientos de Kai, sobretodo de piernas han pasado la barrera de las tres horas. Hace cosas como calentar con pull ups no importa que parte del cuerpo vaya a trabajar ese día y sus repeticiones varían enormemente. Es imposible hacer una lista de su “entrenamiento” típico para una parte específica del cuerpo.

Sin embargo, el físico de Greene se ha merecido el título del mejor del mundo en más de una ocasión, y no lo consiguió apegándose a las reglas. Aquí hay una lección que debemos aprender. Si sientes que algo está bien y te funciona, hazlo, aunque la mayoría piense que no es lo correcto.

4. EL PESO NO IMPORTA

Kai Greene es uno de los fisicoculturistas más fuertes que existen. Hay videos de él haciendo press de banca con 225 kg semanas antes del Mr. Olympia. En sus años de juventud llegó a hacer sentadillas con 365 kg y lo hace regularmente con 270 kg por 10-12 repeticiones. Aun así no levanta pesado por el simple hecho de cargar más, si no es capaz de hacer un rango de movimiento completo, sentir la contracción por entero y ver el músculo trabajar, no le importa reducir el peso.

Observa como hace los remos con mancuerna, sabemos que es capaz de hacerlo con 70-90 kg, pero pocas veces lo hace con más de 55 kg. “Lee Haney es famoso por decir que nunca usó más de 30-40 kg en los remos con mancuerna, pero los hacía siempre con una contracción completa. Su espalda era increíble, la mejor del mundo por mucho tiempo”.

Kai practica la misma filosofía, a pesar de que eso vino con el pasar de los años. “Cuando era joven para mí lo importante eran los pesos bien grandes, no me preocupaba la calidad de la contracción.

Definitivamente eso ha cambiado”. Por esto muchos de nosotros que estamos en esta industria vemos como algunos fisicoculturistas no consiguen obtener ganancias. Insisten en utilizar pesos demasiado pesados sin prestarle atención a la forma ni sentir el músculo target trabajar. Si Kai puede dejar su ego en la puerta del gimnasio, estoy seguro de que tú también puedes hacerlo.

5. NUNCA IGNORES LOS MOVIMIENTOS BÁSICOS CON PESOS LIBRES

Si bien puede que no existan reglas escritas sobre piedra cuando hablamos de entrenamiento, hay algunos axiomas comprobados durante décadas por literalmente millones de hombres que han levantado pesas con el objetivo de ser cada vez más grandes y fuertes.

Durante muchos años las únicas herramientas que había disponibles eran los pesos libres. Las máquinas se hicieron populares en los 70, debido al éxito de la línea Nautilius. Hoy en día en la mayoría de los gimnasios del mundo existen más máquinas que pesas.

Kai entrena en el Powerhouse Gym donde hay una increíble colección de máquinas y pesos libres. Sin embargo, nunca confía en esas máquinas de alta tecnología en su búsqueda por construir el mejor físico del mundo. “La mayor parte de mi vida, he tenido acceso a los equipos más básicos, barras, mancuernas y cables. Aprendí a sacarles el mayor provecho, y en realidad siento que ha sido una bendición.

Hay muchas máquinas buenas, pero después de haberlas probado casi todas me di cuenta de que no me había perdido de nada. Los pesos libres son la herramienta más valiosa para cualquier fisicoculturista. Puedes tener un físico increíble usando pesos libres sin máquinas, pero no lo opuesto. Mi instinto me dice que no.

“Pensar que una parte del cuerpo es débil y decidir que cualquier esfuerzo que se haga será en vano, es una actitud de derrota que no te llevará a ningún resultado. Por el contrario, ve ese grupo muscular como un desafío que debes superar. Debes creer que puedes producir resultados positivos”.